Apostando 1.0 (II): no hay nada seguro.

Esta es la primera lección que debemos saber antes de empezar a apostar y que las tácticas o técnicas aparentemente sencillas no surten efecto por sí solas.

Me refiero exactamente a la tentación de apostar a acontecimientos de cuota baja (1,10 a 1,20) pensando que al ser prácticamente seguros nos aseguramos pequeñas pero regulares cantidades. No hay mayor mentira, como lo demuestra el simple ejercicio de calcular que con un sólo fallo de 10 en esos pronósticos perdemos todas nuestras ganancias. Y que se produzcan sorpresas en esa proporción no es nada descabellado, de hecho se dan a menudo y las casas de apuestas lo saben, por eso ofrecen esas cuotas.

Por lo tanto, centrarnos en este tipo de apuestas está destinado al fracaso por lo que simplemente no nos vale. Pueden ser una buena alternativa para cubrir el riesgo en cierta medida pero nunca fiando nuestras esperanzas a esto.

Incluso estudiando muy en profundidad cada objetivo, se dará un porcentaje de fallidos que debemos tener en cuenta a la hora de gestionar nuestros fondos o bankroll. Que centrará nuestro próximo capítulo.

Continuará…

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