
Algo similar ocurre con las cantidades de dinero que se juega cada habitante. Las apuestas en los casinos se duplicaron en esos seis años, al pasar de 27,73 euros a 55,43. También subió la postura teórica en las tragaperras, que crecieron de 188,51 euros anuales a 243,24. Por el contrario, decreció la actividad en los bingos, en los que la cifra jugada por habitante cayó de 92,14 euros a 86,91.
En cuanto a las visitas en dos años, del 2003 al 2005, el número de personas que entró en los casinos españoles pasó de 2,96 millones a 3,47.
Vía DINGNews
