
Se sabe que ellas se enganchan al bingo; ellos, a las máquinas tragaperras y los menores, a los casinos virtuales.
Por esta asociación pasaron en 2006, un total de 513 personas, de las que 151 eran adictos y 123 familiares que acudieron por primera vez para someterse a un tratamiento integral. Éste dura una media de dos años. Marzo, abril y mayo, y luego, noviembre y octubre son los meses que más demanda hay de nuevos ingresos. El 10% de los pacientes que acuden a pedir ayuda son mujeres.
«El jugador es un mentirosos patológico. Oculta su adicción y es capaz de hacer barbaridades». Llegan hundidas, deterioradas y con deudas. La mayoría de las veces, acompañadas de un familiar.
Vía JuegoyOcio
