
Joaquim, un jugador experimentado que acudía casi a diario a los casinos y salas de bingo desde 1988, en tres ocasiones hizo su apuesta una vez que la partida de Minipunto y Banca ya se había terminado, lo que está prohibido.
En la tarde del 21 de febrero de 2002, los responsables del casino le hicieron apercibir de la situación, por lo que devolvió el importe ganado en la apuesta y afirmó que lo había hecho sin querer, debido a la rapidez del juego.
Al incurrir en otras dos ocasiones en esta práctica prohibida, fue denunciado y finalmente la Dirección General de Juegos y Espectáculos de la Generalitat le sancionó en mayo de 2002 con una multa de 600 euros y dos años de prohibición para acceder a salas de juego.
Vía EFE
