Aunque se esté criminalizando ultimamente, tengo la sensación de que se tiende más a recortar que a ampliar derechos y libertades, las similitudes entre un juego, en este caso el póker, y algunas actividades más lucrativas, a veces adictivas y que también deberían demostrar su ética, como la bolsa, las inversiones y el trading relacionado con ellas.
Así lo reflejan muy acertadamente en el blogsalmón mostrando cómo muchos buenos inversores son además excelentes jugadores de cartas. Por algo será.
