
Se habían registrado 242 jugadores que habían pagado 2.500 dólares de entrada, incluso jugadores profesionales, pero al llegar al primer nivel de las ciegas en el noveno día del torneo los organizadores anuciaron la suspensión de evento.
Lejos de solucionar los inconvenientes, más tarde la organización anunció que el torneo se cancelaba definitivamente, aunque sin brindar explicaciones del porqué de la tajante decisión. 89 jugadores, los que seguían en pie, recibieron 5.000 dólares, mientras que los otros cambiaron las fichas que tenían en su poder.
