Las autoridades del IAFAS han decidido suspender esa modalidad, que ya no atrae a los apostadores. El premio mayor, que es de 100 mil pesos (unos 30.000 dólares) en dos fracciones de 10 pesos cada una ($ 20 el billete) le toca a uno entre 45.000 adquirentes cada semana.
Esta modalidad compite con otras mucho más accesibles, de menor inversión de apuesta, e inclusive algunas de rápida resolución, como las raspaditas. La realidad es que opciones como el Quini 6, Brinco, Loto, Telekino y otras, ofrecen quizás mucho menos chance de acierto porque juegan millones y tienen el atractivo de una ilusión que no hace cálculos matemáticos sobre la posibilidad de acierto.