Los cántabros se gastan una media de 213 euros por cabeza en los distintos juegos y loterías que patrocina el Estado. Un buen pico que pierden al cabo del año si se tiene en cuenta que luego lo que recuperan de media no llega a la mitad. Son los números que resultan de la recaudación obtenida en las administraciones y quioscos de sellado por un lado, y el balance de lo que regresa en forma de premios.
Rellenar una quiniela de fútbol, apostar por una combinación de números, aventurar el triunfo de una serie de caballos o jugar a un número determinado para que salga de un bombo son algunas de las excusas que nos llevan a echar un pulso a la ley de probabilidades o a tentar al destino. Claro que, de paso le hacemos un favor a Hacienda: El Estado se embolsa, según los diferentes sorteos o juegos, entre el 30% y el 45% de cuanto se recauda.
El año pasado en Cantabria se gastaron 126,5 millones de euros en lo que a juegos del Estado se refiere. 68,1 millones lo destinaron a hacerse con décimos de lotería, y los otros 58,3 millones en que se denominan ‘juegos activos’ (Primitiva, Bonoloto, Quiniela, Lototurf, etc.) conforme a los datos aportados por la Delegación de Loterías y Apuestas del Estado en la región. Todas esas cantidades de 2011 han supuesto un incremento del 1,61% respecto al año anterior, según Ignacio de la Sierra, delegado de esta oficina en Cantabria.
Ese porcentaje les define como región jugadora, pues sitúa a Cantabria en el puesto 17 entre las 52 provincias y delegaciones españolas en cuanto a inversión en ese tipo de juegos. «Estar de mitad de la tabla para arriba es un buen lugar», indica De la Sierra, sin poder afirmar que en época de crisis como la actual aquí se haya incrementado este tipo de gasto.
Eso está bien, pero de lo jugado ¿cuántos euros recuperan? Al menos en lo que a juegos activos se refiere, las cuentas están fáciles: sólo uno de cada dos. En 2011 se recaudaron en Cantabria 58,3 millones y 25,9 revirtió en forma de premios a los boletos sellados en la región. En teoría, una cantidad similar a la que se destina a premios (el 55% de la recaudación).

